domingo, 16 de junio de 2013

La carrera más dura


     En el dolor de una pedalada extenuante nunca has dejado de buscar tu meta a lomos de tu caballo de dos ruedas. Sin cejar en el empeño, sin dejar que el sudor empañase tu mirada, a cada giro de pedal, a cada roce de asfalto. Día a día y esfuerzo a esfuerzo, has luchado por el premio del podio. La lucha de quien no teme al sol ni a la lluvia en cada curva del recorrido, en cada etapa de la carrera.

     Pero un golpe cruel te ha bajado momentáneamente de tu bicicleta para cubrir un trayecto amargo en la competición de la vida. El ciclismo te ha hecho fuerte, tenaz y luchador. Y esa fortaleza de tus piernas ahora se rebela contra el brutal virus que pretende derribarte. 

     Esta es tu gran carrera, la carrera de tu triunfo, la carrera con la que demostrarás que un hombre está por encima de las dificultades. Y se pelea, cada día, con valor, con rabia, con toda la fuerza de alguien que ha moldeado su cuerpo con ese brío.

     Todos estamos a los lados de la carretera, dándote ánimos, empujando con nuestros deseos. Pero eres tú quien está pedaleando y apretando los dientes mientras escalas esta montaña. Etapa dura, pero que te llevará a la victoria. Esa victoria en la que levantarás el mayor trofeo que se puede lograr: el del hombre que ha ganado la batalla al cáncer.



      Dedicado a mi primo Rubén Cuesta que nos sirve de ejemplo a todos y nos demuestra qué es lo verdaderamente importante en esta vida.



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