miércoles, 17 de marzo de 2010

Actores, actorcillos y... eso



     Tanto hablar de intrusismo en esta, mi profesión, y resulta que el intrusismo lo tenemos dentro. Gran incongruencia.
     Conozco a algunos que viven de la profesión de actor y no son actores, son simples funcionarios de este oficio. Estos son los intrusos. Los que no sienten, ni viven, ni se comportan como actores. Son meros ejecutantes que, con más o menos acierto, se ganan la vida haciendo creer que interpretan. También suelen llenar sus conversaciones con los demás de palabrería para demostrar lo magníficos que son. Lo que contrasta con lo poco que ofrecen.

     Hace ya mucho tiempo que me vengo planteando la cuestión de qué es exactamente un actor. Yo, que en muchas ocasiones he combinado el teatro aficionado con mi trabajo como actor profesional, he llegado a la conclusión de que el artista no necesita de títulos ni de contratos. Artista es quien se siente así y vive como tal. Se da por sentado que un actor profesional está preparado y tiene cierta calidad, pero no siempre es así. He visto malos actores viviendo de ello y magníficos actores haciendo teatro aficionado. Como también he visto algunos aficionados que pretenden llamarse actores y no pasan de ser imitadores de pacotilla.
     Un actor es alguien comprometido con la sociedad y con el ser humano. Pero debe serlo sinceramente; no "de cara a la galería". Un actor es una persona que desea comunicar, desea contar historias, desea conmover almas. No únicamente destacar y salir en todas las fotos. Un actor es alguien que crea por la simple pasión de crear y es generoso a la hora de ofrecer su esfuerzo para el disfrute de los demás. Un actor debe tener la humildad suficiente para saber que en el aprendizaje está la superación. Y no deja de investigar, de innovar, de buscar nuevas formas de expresión. Un buen pianista no lo es sólo por tocar todas las notas, sino por hacer con ellas música que conmueva. Del mismo modo, un actor no es quien repite un texto, sino quien es capaz de hacerlo provocando sensaciones. Como auténtico artista debe ser creativo y no conformarse con lo establecido, porque el adocenamiento conduce a su muerte como comediante.

     Bravo por los artistas que aún se permiten equivocarse porque no se conforman con lo manido, porque se atreven a investigar y creen en sus propias convicciones. Por eso no considero intrusismo que alguien que siente y vive como actor se gane la vida con ello. Considero más intruso a aquel que, sin otro afán que el del dinero o el de saciar su ego, ocupa un lugar en el mundo interpretativo.


1 comentario:

  1. ¡¡¡Que palabras tan acertadas!!! Y que blog tan genial, llevo aquí una hora leyendo las entradas que tienes y estoy enganchada!!! Tienes una pluma maravillosa, no lo dejes que aquí tienes una fan ; )
    Por cierto soy Patricia Alvarez tu alumna de Am.
    Un besazo!

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